No encontraba la llave de la portería cuando llegó tu atrbactivo vecino. Fue muy amable: me abrió la puerta y me ayudó a subir las bolsas de la compra. Una vez arriba, preparé la cena: puse los huevos a hervir, troceé los tomates y serví el vino. En la televisión ponían una película de piratas y bucaneros. Empecé a verla y me quedé dormida sin cenar. Es muy cómodo tu nuevo sofá.
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